EL ENCUENTRO
Cada vez son más reales, al despertarme, sigo sin enterarme de si lo son o no. En cada sueño, aparezco en un sitio nuevo. Busco la vía más clara, alejándome de la oscuridad abstracta.
Siempre hay algo que me incomoda, sensaciones que nada me aportan, caminos todavía no vistos y lugares que no he vivido.
Susurran a mi espalda, aquello que no veo, se alimenta de mi miedo.
Sigo estando solo. No sé dónde estoy.
Por fin te veo y, aunque no te entiendo, veo que no eres lo que más temo.
Sigo tus consejos, como los de aquellos que ya no ven lo que siento. Me dejaste perdido, ya no te veo, ¿por qué te has ido?
Noto algo raro, ¿estás ahí, viejo aliado?
Pruebo de nuevo, sin saber qué estoy viendo.
Por fin te encuentro, hablemos de lo que siento.
De nuevo señalas, ¿acaso quieres que me vaya?
Creo que me estás guiando, pero sigo sin entender qué está pasando.
¿Por qué siempre desapareces? ¿Acaso mi don te daña la mente?
Vuelvo al principio, allí donde se crea el olvido.
Siempre percibo el mismo escalofrío.
Sigo estando solo...
Al fin nos encontramos, ¿quiénes son tus aliados?
¿Quiénes sois? ¿Qué queréis de mí?
Tengo miedo, no me encuentro.
En la mesa
El sueño me vuelve a abrazar, para de nuevo empezar.
Del Valle
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