POLÉMICAS
He procurado evitar el tema, pero ya ha llegado a un punto
en el que no puedo evitar comentar y dar mi opinión sobre una de las últimas de
las tantas polémicas que han ocurrido últimamente.
Hace dos días ha habido un choque de opiniones sobre la
noticia que ha ocurrido en el pequeño pueblo de Pontedeume, uno de los lugares
más transitados por los veraneantes en Galicia durante las vacaciones, donde un
auxiliar de policía estaba dirigiendo un autobús escolar para facilitar su incorporación
a la vía y, mientras lo hacía, apartaba a patadas un gato recién atropellado de
la carretera y ¿por qué digo «recién»?, pues porque, como bien se observa en el
vídeo, el animal estaba agonizando durante sus últimos minutos de vida.
Las polémicas que más he leído y escuchado estaban centradas
en dos focos principales: el primero era, obviamente, el trato del auxiliar de
policía hacía el gato y el segundo sobre la persona que grababa en ese momento.
Para ponernos en situación explicaré que varias fuentes de
información aseguran que un estudiante a la salida del horario escolar grabó
desde el autobús, ante el desconcierto provocado por la actitud del agente,
cómo un gato, que había sido arrollado por un vehículo en la carretera, estaba
siendo apartado para no molestar el tráfico de la vía. Este hecho no hubiera
sido resaltable si no hubiera sido por cómo fue ejercido el «trabajo» del
hombre que parecía estar desahogándose con el animal, demostrando el poco tacto
y su enorme falta de empatía que sentía hacia el felino.
No entraré en cómo debía haber actuado correctamente, pues
desconozco el protocolo de cómo realizar este tipo de trabajos en esas
situaciones, mas no creo que la forma de actuar de este individuo haya sido la que
marca la normativa.
Lo que sin duda me ha hecho entrar en la polémica ha sido
escuchar que la culpa no era de quien empujaba así al futuro cadáver, sino de
quien lo grababa, pues no tenía que haber hecho eso porque carece de sentido.
Yo, sinceramente, creo que la persona que ha filmado dicho
evento no lo considero el culpable de que ahora se esté hablando de esta
crueldad, pues si no hubiera sido por esto, no se estaría intentando
concienciar algo que ya debería estar implantado en nuestra cabeza desde el momento
en el que nacemos.
Este policía ha demostrado que los valores referidos a los animales
han sido inexistentes en su casa durante su periodo de madurez y crecimiento.
Para llevar un uniforme de ese calibre hará falta respetar,
no solo al ser humano, sino a todos los que habitamos en el planeta. Es triste
que ahora, buscando en Google «Pontedeume» la segunda entrada sea este hecho
que estoy mencionando, pues se ha manchado la imagen de este pueblo.
Sin duda, ver el vídeo que no pondré aquí (porque no quiero
contaminar mi web con estos actos a los que no les encuentro ningún adjetivo)
me ha dolido tanto que me desgarró el corazón, pero escuchar lo que he escuchado
de las personas a las que les he oído estos comentarios me ha decepcionado
todavía más.
Sabía que existía gente a la que solo le importaba la
humanidad, pero no esperaba que esas «personas» trataran así a los demás.
Cerraré esta entrada con la frase célebre «el respeto que le
das a los demás, es el claro reflejo del respeto que te das a ti mismo».
Ayúdame a difundir esta entrada compartiéndolo con aquellos
que pueden pensar como yo. Necesito que el respeto sea igual ante todos.
Orfeo.
0 comentarios:
¡Deja tu comentario!