ANSIEDAD
Un
cosquilleo en las manos, un subidón de adrenalina que va desde la espalda hasta
el corazón para aumentar sus pulsaciones. Respiraciones constantes que impiden
el control de los pensamientos, una falta de cordura que nubla el juicio. La falta
de apetito y las lágrimas llegando a los labios. Queman las palabras y rompen
la calma.
El
despegue de pensamientos premeditados, de ideas innatas que evocan a otro
mundo. Perdido a pesar de no saber lo que se dice. Pesadillas durante el día y
terrores nocturnos a medianoche. Insuficiente cantidad de oxígeno en el mundo,
demasiadas razones para dejar de decir lo que se dice. Tormenta en la calma que
llega cuando toco la cama o río a carcajadas.
La
ansiedad llega, no llama a la puerta, destroza y no le importa. El escrito no
acaba aquí, volverá, sin avisar, como ella hace sin pensar.
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