CELOS
Sentimientos
que inexplicablemente destrozan la identidad de una persona, que impiden la
cordura de las palabras y no controlan las consecuencias de las acciones que
pueden llevar.
Los
celos pueden provocar rupturas, tanto las parejas como las familias. Te dan lo
que nadie te podría dar, pero a un precio que nadie podría imaginar. Te otorgan
protagonismo (durante poco tiempo) y te quitan los sentimientos que tanto te hacían
ser la persona que una vez te hiciste conocer.
A
veces surgen por la necesidad de crecer, como la situación de un hermano
pequeño que necesita llamar la atención buscando lo que el mayor tiene para
aparentar ser más grande de lo que su propia familia piensa. Ese hermano no se
para a pensar las consecuencias que puede traer dichos celos, tal vez una
crisis económica, tal vez el desapego del vínculo familiar, tal vez un cambio
de imagen que se tenía sobre él. ¿Quién sabe? Tal vez no pasará nada y sus
celos no traigan ninguna consecuencia.
En
el caso de las parejas, inseguridades que provocan su inestabilidad e, incluso,
la ruptura de la misma. Los celos son veneno, cáncer verbal de la vida que
lugar por donde pasa, lugar que destroza.
Malditos
celos, ¿no os cansáis de existir? Por lo menos, haced que vuestra existencia
sirva de algo y haga que los antiguos poseedores maduren.
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