GRACIAS
Gracias.
Nunca he sabido, ni sabré, agradecerte todo lo que estás
haciendo por mí. Nadie supo hacerme ver la vida de colores, demostrarme que el
amor era la razón de actuar y de luchar por lo que uno quiere. Gracias por
cuidarme, por tratarme como un rey y por saber apreciar lo que yo quiero.
El cielo se oscurece cuando tu no estás y, cada vez
que llamas a mi puerta, es como si un rayo de luz abriera los nubarrones, como
si un ángel se abriera paso con sus gigantescas alas ante toda adversidad. Tu
luz me ciega y me impide ver los problemas que me rodean.
No sabría cómo darte las gracias. Lo único que puedo
hacer es cuidarte y darte el amor que otros no te han sabido dar.
Juntos hemos superado las mentiras, los llantos y la
muerte. No existe nada que pueda separarnos, porque ni la muerte ha sido capaz
de lograrlo. Puede que seas el cemento que mantiene sólido el muro que antes
otros habían roto.
Gracias.
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