¿QUIÉN DICTA LA RAZÓN?
Tengo el corazón
latiendo en mis manos
sin razón.
No lo he querido,
tampoco lo he elegido.
¿Quién dicta la razón?
Siento lo que no quiero,
pienso lo que siento
y me pierdo
en un mar de lamentos.
Lo que quiero sentir
se desvanece.
Lo que quiero decir
se camufla en mis dientes.
Detrás de cada verso,
sobrepienso.
Detrás de cada «lo siento»,
sobrepienso.
0 comentarios:
¡Deja tu comentario!