LA MALDAD SE TIÑE DE RUBIO
Dañas con tus palabras.
No eres capaz
de dejar de llorar.
Si no te esfuerzas,
no lo dejarás atrás.
Dañas con tus palabras.
Sé que yo no hago el mal,
menos mal.
Rubia dañina,
de ti no sentiré ni morriña.
Con tus llantos esperas
sin saber que así
no lo arreglas.
Si perdón pidieras,
mi ayuda ahora tendrías;
invisible hipocresía.
Si no te esfuerzas,
no lo dejarás atrás.
Dañas con tus palabras.
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