DESTINO

septiembre 26, 2019 Orfeo 0 Opiniones



Cuando era pequeño jamás me atreví a cuestionar el mundo,
rodeado de prejuicios que lo arruinaban todo.

La vida me preparaba todo tipo de obstáculos,
no importaba cómo fueran, siempre los veía altos
casi tanto como los picos nevados.

Nunca me faltó de nada,
salvo una cosa,
un objetivo,
ignorando mi propio destino.

Fijándome en los demás,
todo parecía sobrar,
incluso los sueños
que me hicieron olvidar.

En el colegio
siempre hablaban
de héroes,
dioses y escritores;
gente que consiguió
ser lo que escogió.

Nunca lo pensé,
nunca lo imaginé,
el destino me hizo ver
que yo también lo podía ser.

Tantas noches llorando,
la almohada mojando,
siempre pensando
que mi existencia estaba sobrando.

Sufriendo,
sabiendo que no era como el resto.
Tantas veces al borde del abismo,
siempre autorescatándome para cumplir
mi propio destino.

Según iba creciendo,
mi mente iba aprendiendo.
De la noche a la mañana,
sin creer en las miradas,
vi mi destino.

Mi camino se alineó con el firmamento,
creando a Orfeo.

Alejé a las malas compañas,
las que me decían que no era posible;
y, mírame,
siendo lo que una vez dije.

Debo continuar con mi destino,
aunque nadie crea en lo que digo.

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