NOCHE
Así es la oscura y triste realidad, que cuando no puedes
dormir, descubres su verdadera identidad. Fría y sin sensibilidad, la noche
duerme apaciblemente mientras que, en mi corazón, solo la tristeza se deprime.
Ya nada puede calmarme, ni siquiera sus ojos parecen tranquilizarme.
Sigue roncando, que, mientras tanto, yo seguiré deseando que
las pesadillas vuelvan andando de tu mano. Avisada quedas, ya no estaré
sujetando tus penas.
Buenos días, oscura noche.
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