QUECO
Realmente no sé ni cómo llegaste ni cómo hiciste
para hacerte imprescindible. No sé cómo lo has conseguido, quiero despertarme y
ver que no ha sido un sueño y comprobarlo cada día.
A veces pienso que he tenido suerte y, otras
veces, que es lo que merezco y te quiero más fuerte. No puedes imaginarte
cuando tu sonrisa es arte y cómo duele cuando es por mi culpa que ya no te
sale.
Quisiera cambiarme. Yo a veces me odio, pero sé que tu
me quieres por algo que no controlo. Lo que veo en tus ojos me dice: «quédate»; aunque tú no dices nada, pero tu piel dice: «bésame».
Cuesta creer que seas de verdad y que me elijas
entre todos los demás.
Ojalá pudieras verte desde aquí, desde mis ojos porque te quiero demostrar que junto a ti lo quiero todo.
Ojalá pudieras verte desde aquí, desde mis ojos porque te quiero demostrar que junto a ti lo quiero todo.
Sueño con que todo es una prueba y que después de
todo, queda un mundo entero para darte a ti. Yo solo quiero mirar tus
ojos y saber que todo marcha, saber que tú eres para mí.
No puedo imaginar otra persona, no puedo imaginar algo
que no es tu voz, que no es tu boca. Estoy seguro de que eres tú a
quien estaba esperando, que me sacase del túnel con su luz.
Lo mejor de todo es que consigues entender, que
consigues encender en mí la llama que apagaron una y otra vez. Esa sonrisa
me da la vida y me hace recuperar la ilusión que estaba perdida.
Todavía me cuesta explicarte lo que eres para mí y lo
que daría por seguir contigo el resto de mi vida. Te quiero con tu pasado,
presente y tu futuro, que cualquier tiempo es un reto que debemos superar y,
sin duda, lo estamos consiguiendo.
La vida no sido fácil y nunca lo ha sido, por eso te
doy las gracias por seguir y haber llegado a mi presente.
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