DIVINA
Tú que le diste vida a quien le dio la vida, que lo cuidaste hasta el final, te agradezco que no lo dejaras caer aun sabiendo que lo podía hacer.
Jamás
me podré perdonar que, si yo no estuviera aquí, la última noche la hubierais
disfrutado sinfín. Jamás llegaré a agradecerte lo suficiente que, aun sin
conocerme, me aceptaras sin ningún precedente.
Si
nos hubiéramos conocido un poco antes, podría asegurarte que me darías el amor
de la madre de mi madre.
Ahora
siento un vacío y es curioso porque apenas nos conocimos. Espero que Alceo se recupere pronto, le duele tanto
que te marcharas… Y es normal, porque incluso yo siento lo que no entiendo. Ese
amor de abuela que nunca experimenté, por una vez, creí haberlo sentido en este
breve período.
Me
parte el corazón verlo así, porque a nadie le guardó rencor y no entiendo cómo
esta vida se porta así con los que menos lo querían.
Gracias
por ofrecerme tus tributos, gracias por regalarme a alguien tan maravilloso
como Alceo. Tu nombre te hace justicia
porque realmente sí eres Divina.
0 comentarios:
¡Deja tu comentario!