MIEDO
No estoy viendo nada, la oscuridad se apodera de mí,
apenas puedo saber dónde estoy. No puedo abrir mis ojos, es como si alguien los
hubiera sellado con silicona. No consigo dejar pasar la luz.
¡Espera! Creo que puedo abrir el izquierdo, ¡sí!, lo
estoy haciendo. Pero no es oro todo lo que reluce, no estoy contemplando lo que
quería ver, la imagen que veo está inerte, no se mueve, permanece impasible a
mis movimientos. Creí estar viviendo en un sueño, pero parece que es mucho más
que eso. Aunque quisiera, no podría describirte lo que estoy deslumbrando, es
una imagen que se desvaneció apenas con un soplo de viento. Bueno, ahora que lo
pienso… La imagen que veo es la de alguien a quien no quiero entrando en un lugar
donde solo puede ALCEO.
Lo estoy intentando con el derecho que, aunque parezca
tener irritación, no puede abrirse más que un par de pulgadas. Con él sí que puedo
ver lo que quería: un pequeño rayo de luz entra por las rendijas de mis pestañas.
Creo que de esto saco una clara lectura: sigo un
camino a oscuras al que llamo vida, en él avanzo a ciegas y cuando intento mirar
por donde voy, solamente veo lo mismo, que solo me centro en una persona,
ayudarla a cambiar y a ser feliz, pero cuando intento centrarme en mí, no lo
veo con claridad, apenas puedo hacerlo y continúo abriendo el ojo que solamente
se fija en él y camino a oscuras.
Tengo miedo
de no saber cómo seguir, de no saber cómo hacer feliz a la gente, miedo de no
saber guiarme porque si me descarrilo, ellos también lo hacen. Tengo miedo de que todo, al final, termine
valiendo para nada o para que no se me sea reconocido el esfuerzo por el que
tanto me he esforzado en conseguir.
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