INSTINTO
Con
el tiempo aprendí a confiar en ti, a olvidar las palabras de los demás y confiar
a ciegas en lo que me transmites. Nadie ha sabido callarte, ni dejarte ir. Soy
el único que ponía la mano en el fuego por ti. Jamás me has engañado, has
terminado siendo más fiel que un perro. Gracias por ayudarme en no perderme en
los demás, gracias por demostrarme que eres tú mi compañero fiel, gracias por
convertirme en quien soy.
Nadie
podrá evitarlo, nadie podrá inhibirte, nadie podrá hacer que me rinda. Has
cumplido con tu palabra, ahora pareces estar descansando. Temo el momento en el
que tu letargo llegue a su fin, pues tus palabras me ponen la piel de gallina.
No hagas que me arrepienta, no hagas que todas las decisiones en las que me has
ayudado hayan sido en vano.
Gracias
por ayudarme, gracias por no abandonarme, gracias por no convertirme en alguien
que cree en los ojos de un mentiroso, gracias por no convertirme en alguien más
tonto.
En
el vacío me caeré, en tus palabras confiaré, pero no me dejarás llorar porque sólo
tú me sabes consolar.
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