POCO A POCO | PENSAMIENTO
Hay una mañana de tu monótona vida en la que te levantas de la cama y de pronto todo cambia y nada vuelve a ser igual.
¿No te parece increíble? Nadie te verá
llorar y ni sabrá que te estás muriendo por dentro, aunque ya no brilles y todo
será oscuro a tu alrededor, pero para los demás todo será igual.
Aunque la vida siempre nos sorprende,
terminarás volviendo a estar bien, sin saber cómo ni porqué, aunque lo segundo
puede ser la respuesta más fácil de contestar. Quizá no llegue el día en el que
controles el dolor, pero sí cómo gestionar la manera en la que afecta en ti día
a día. Cuando dejes de buscar respuestas y aceptes que nada es para siempre,
sabrás que nadie es para siempre.
Con el tiempo, poco a poco, tu corazón
se irá liberando del dolor y volverás a tener ganas de sonreír, de cantar, de
bailar, sin importar lo bien que se te dé.
¿Recuerdas ese brillo del que te
hablaba antes? Aunque lo hayas perdido, no te preocupes, volverá a ti,
deslumbrado a todos e iluminando cualquier lugar oscuro. ¿Por qué? Porque siempre
volvemos a ser nosotros mismos.
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