HORTENSIA

noviembre 23, 2019 Orfeo 0 Opiniones


En mí tampoco han creído y ¿sabes qué? Que sigo aquí.
No puedo decir que el camino ha sido fácil, ni tampoco que lo esté siendo ahora. Siempre he vivido con la sensación de que todos me estaban dando falsas palabras, falsos argumentos por los que debería cambiar de camino y, los que no me decían nada, se limitaban a criticarme y menospreciarme.
Días antes de cumplir un sueño, una de las profesoras que tuve en mi instituto me recalcó varias veces algo que, a la vez, confirmaba lo que siempre he dicho: «por fin has demostrado de lo que eres capaz, sin importar que nadie diera un duro por ti». 
La sensación de paz que tuve en ese momento por las palabras de una de las personas que consiguió que me dedicara a este mundo, consiguió que mi mente hiciera un clic. Pulsó el interruptor de la esperanza.

Llevo desde entonces (casi 1 mes) con esas palabras en la cabeza y no os hacéis a la idea de cómo me siento.
Gracias a Hortensia Lago, seudónimo de mi profesora, me escondo en sus palabras cuando me siento bajo de ánimo y sin ganas de seguir.
Hoy he decidido aumentar la familia Alceo, Atenea, Fénix y Justo (aunque este no me importe) ya no estarán solos. 
Muchas gracias por haber subido la moral de alguien que lo necesita, Hortensia.


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