DIA DEL LIBRO
Ya hacía bastante tiempo que no
me sentaba en mi silla con la única finalidad de escribir, de abrir mi corazón.
He estado durante una buena temporada dedicando la mayor parte de mi ser en un
proyecto que pretendía ser un reflejo de mí y, sobre todo, de mi manera de ver
el mundo.
Hoy es un día diferente al resto,
algo en mi interior me ha vuelto a hablar. Parece que el destino está volviendo
a comunicarse conmigo o, por lo menos, vuelvo a interpretar cada una de las
señales que me intenta enviar.
Cada vez falta menos para recibir
ese pedacito de mi corazón; pronto llegará QUEROFOBIA:
Miedo a ti y, por mucho que me duela, es el adiós a uno de los recuerdos
más íntimos que alguien puede llegar tener. Antes de hacerlo, quiero echar la
vista atrás por un momento y recordar cómo era antes de escribirlo, porque, lo
creas o no, ha marcado un antes y un después en mi vida.
El 9 de diciembre de 2017 empiezo
a redactar un escrito, con el único fin de enviarlo a una persona que ha
llegado al único lugar de mi corazón que creía inexistente. Ante la impotencia de
no poder entregarle dicho escrito, comienza a aumentar en tamaño y a decir
muchas más cosas de las que dictaba el plan original. No sé en qué momento, mi
corazón tomó las riendas de la escritura y comenzó a reflejar sentimientos que
no eran capaces de ser manifestados oralmente. Cada palabra, cada signo de
puntuación estaban colocados en la ubicación que les correspondía. Todos
existían con el fin de plasmar, a la entera perfección, lo que sentía en cada
momento de dolor. Una vez llegado a mis límites emocionales, decidí poner un
punto final, frenando la inspiración de mi corazón, puesto que, si le permitía
seguir escribiendo, mi salud pendería de un hilo. La razón inundó mi cuerpo y
me permitió dejar de escribir.
Pocas semanas después del
nacimiento de una simple intervención, una idea llegó a mi mente y, lo que
había comenzado como una epístola a un ser querido, se transformó en una llave,
una especie de ángel de la guarda que venía dispuesto a sacarme de esa prisión.
Pocas correcciones fueron
necesarias para dotar al proyecto de una forma de ensayo, un libro capaz de
emitir al lector una serie de emociones que sentía en cada preciso instante. Un
documento que enseñaría a todo el mundo, no sólo a ese destinatario original,
lo que mi boca quería pronunciar. Quería hacer ver al mundo cómo se presenta la
vida ante mis ojos, cómo el amor me afecta y, ante todo, lo mucho que he
querido a esa persona.
Hoy, 23 de abril de 2018, he
establecido una fecha para la publicación de dicha llave. Un día que muy pronto
conoceréis y que os mostrará cómo soy. Un libro que, teniendo en mis manos, me
genera pánico ante las reacciones; mejor dicho, ante su reacción.
Creo que QUEROFOBIA es lo que necesito para seguir viviendo, para seguir mi
camino, porque hoy me he dado cuenta de que, guardado en la sombra, seguiré
pensando en qué hubiera pasado si me hubiera dejado guiar por mi instinto y
emociones. He vuelto a sufrir, pero nada comparado como con esta historia.
El amor es uno de los motores del
ser humano y parece ser el que mueve mi cuerpo entero. Porque no soy una
persona inconsciente o que no sabe nada de la vida sino sólo alguien que sigue
creyendo en que el amor es la razón que mueve las acciones humanas y que creará
proyectos como el mío.
FELIZ DÍA DEL LIBRO.
Feliz día, QUEROFOBIA.
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