mayo 04, 2017 Orfeo 0 Opiniones

El otro día, bueno, el veintidós de enero, vi este vídeo en el que se nos planteaba que, en un futuro no tan lejano, podríamos elegir los rasgos y características de nuestros futuros hijos. En pocas palabras, podremos crear un bebé de encargo para que sea como nosotros hubiéramos querido ser. Y es entonces cuando yo, a partir de una sola pregunta, me asaltan las demás: ¿Cuándo se dará cuenta el ser humano de que cada vez somos menos racionales?
En efecto, en la antigüedad, la gente criticaba a Prometeo por intentar atribuirse cualidades propias de los dioses al robar el fuego, pero ¿acaso esto no es lo mismo? Estamos intentando ser dioses, seres capaces de clonar otros individuos, de crear a nuestro antojo una raza humana perfecta que, con el paso del tiempo, carecerá de la poca razón que tiene la actual.
No somos conscientes de que poco a poco nos perdemos. Somos seres humanos, individuos que se caracterizan por su diversidad física y personal. ¿Qué sería de nosotros si ya sabemos cómo será nuestro hijo cuando crezca? ¿Acaso no está ahí la verdadera belleza de formar una nueva vida? No soy padre, pero creo que en el momento que sabes que has engendrado una nueva vida es uno de los ratos más felices de todo tu camino. Es el desconocimiento de la identidad de tu hijo el que nos atrae.
Medita durante un momento: ¿no crees que estás siendo un poco egoísta? Quieres darle a tu hijo lo mejor, pero si le das todo hecho ¿aprenderá a valorar sus defectos? ¿aprenderá a amar a una persona baja, coja, bizca, alta, pelirroja, sea heterosexual, transexual, homosexual…? ¿Aprenderá que en la vida no todo es perfecto? ¿En algún momento sabrá que ahí está la auténtica belleza de la vida?
Cuidemos lo poco que nos queda: la diversidad. Cuidemos a nuestros hijos enseñándoles que un ojo vago es hermoso cuando transmite la personalidad del portador, que una persona coja es una alguien luchador que se ha tropezado al intentar alcanzar sus sueños, que una persona transexual es valiente por aceptar lo que es y por intentar demostrar que ha nacido en un cuerpo que no le corresponde.
Quiero ser padre de una criatura a la que amar con sus defectos y sus virtudes. Quiero enseñarle que la vida es un camino de espinas, durante un breve período de tiempo y un colchón de plumas durante el resto de su vida. Deseo mostrarle que todos los grandes crecieron a base de sus errores, pues si Newton hubiera sido una persona activa, jamás hubiera descubierto la gravedad al descansar bajo la sombra de un manzano.
Sólo espero que esto sea una espina más de este largo trayecto rodeado de rosas llenas de cuchillas punzantes. Ansío que las personas utilicemos más la razón y dejemos al libre albedrío actuar a sus anchas.
Prometeo robó el fuego con la mejor de sus intenciones, nosotros estamos procurando crear la raza perfecta (como ya otros habían intentado) por simple egoísmo.

Como siempre, existe la libertad de opinión, unos estarán a favor de este “avance” y otros en contra. Pero como he dicho, la diversidad es lo más bonito que tenemos.

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